Una foto del piloto, acompañada por el nombre y apellido y el N.º 43 lucen en el box de Williams en el circuito de Monza, donde la Fórmula 1 recorrerá el 16.º episodio de la temporada; el paquete responde al novato que se presentará en el Gran Premio de Italia con la escudería de Grove. Franco Colapinto sorprendió al paddock, tras la designación de James Volwes, el jefe de la histórica escuadra británica, que reemplazó con el joven talento, de 21 años, a Logan Sargeant para las últimas nueve fechas del calendario.
La cita, junto a la de Gran Bretaña, son las únicas que estuvieron presentes en todos los campeonatos y el fin de semana sumará el capítulo 75. Solamente Juan Manuel Fangio, en tres oportunidades, festejó en la cima del podio entre los argentinos; Michael Schumacher y Lewis Hamilton, con cinco triunfos, son los más vencedores… La gloria del pasado y la esperanza del futuro se conjugarán en el trazado que se levanta a 20 kilómetros de Milán, y Colapinto es la nueva bandera celeste y blanca que flameará tras 23 años, empujada por los miles de fanáticos que explotaron con su apoyo las redes sociales.
Con el anuncio, surgieron los primeros pasos como piloto oficial de Williams para la F.1. Intensificar las tareas en la fábrica de Grove, diálogos con ingenieros, repasar detalles de situaciones específicas como el procedimiento de largada o las activaciones del volante, que resulta prácticamente una computadora que hay que controlar a un promedio de 240 km/h en Monza.
Una sesión con un sponsor del equipo, una tarea que no le resulta novedosa, porque participó de la acción en Piccadilly Circus en la previa del GP de Gran Bretaña, fecha en la que participó del primer entrenamiento libre del viernes, y a preparar el equipaje para desandar el jueves el vuelo de casi dos horas para arribar al circuito y ensayar la tradicional caminata por la pista, reconocer y visualizar sectores, y la rueda de prensa.
Monza no es un escenario extraño para Colapinto, aunque sus visitas fueron en las categorías teloneras de la F.1. Allí sumó dos de los cuatro triunfos en la F.3, siempre en carreras Sprint, y los circuitos italianos son una especie de amuleto para el argentino: su único éxito esta temporada en la F.2 lo registró en Imola. Y fue la maniobra de superación sobre Paul Aron una de las ejecuciones en pista que despertaron la admiración de Volwes.
“Fue en un lugar en el que no deberías hacer un adelantamiento normalmente, pero se comprometió, fue limpio, hizo lo correcto y colocó el auto donde debía estar. Para mí es una gran señal, siempre fue un gran piloto y por eso está aquí en el programa. Necesitamos momentos como este y rendir cada fin de semana de carrera en el más alto nivel”, señaló el ingeniero británico, el que movió las piezas y le dio la oportunidad al pilarense para ser el primer piloto de Williams Racing Driver Academy en subirse a un F.1 en 2024 y ahora le ofreció la responsabilidad para acompañar a Alexander Albon en la grilla.
El anuncio de Colapinto tuvo, como toda negociación, una trastienda. Tres días de trabajo de los agentes de Bullet Sport Management, María Catarineu y Jamie-Campbell Walter, quienes apuntaron que la idea de Williams era ofrecerle el asiento al argentino, porque era un piloto de la casa. “Le dijeron que esté tranquilo, que no tiene que impresionar a nadie. Será todo aprendizaje, irá evolucionando con el equipo y con el auto: no vamos a batir ningún récord ni hacer nada raro”, expuso Catarineu, que guía desde 2019 al pilarense y que llegó a cargar tres veces por día su celular ante las múltiples llamadas y tratativas que gestionó en las pasadas 96 horas.
El paddock de la F.1 ya tiene un argentino y es Nicolás Bianco, mecánico de RB. El cordobés, de Marcos Juárez, subió una historia a su cuenta de Instagram con una imagen del frente de los boxes de Williams, en la que tachó el nombre de Sargeant, ubicó una silueta de Colapinto, el N.º 43, una bandera argentina y acompañó con el tema musical Pa’ la selección, de La T y la M.
Una imagen se hizo viral en las redes sociales, con el fallido del equipo de Grove, que escribió mal el apellido del piloto: Colopinto, en lugar de Colapinto. El número con el que correrá Franco tiene un motivo: era el que utilizaba su papá Aníbal en sus años de piloto, y también con el que participó él en los campeonatos de karting, el primer eslabón de una fantástica cadena que lo elevó a la grilla de la F.1, donde debutará el fin de semana.
La publicación de Williams en X con el anuncio de Colapinto generó más de 26 mil retweets, 60 mil me gusta y una interacción de 2000 comentarios; la cuenta @WilliamsSupport superó los 11 mil seguidores, sumando alrededor de tres mil nuevos con la designación del argentino. Y si de redes sociales se trata, Lando Norris –piloto de McLaren y ganador del pasado Gran Premio de Países Bajos- se convirtió en el primer piloto de la grilla que sigue a Colapinto en su cuenta de Instagram.
El viernes será el turno de la primera salida a la pista, de nuevas sensaciones y emociones. Empezará un nuevo ciclo, el más esperado por un piloto de F.1.