En un contexto donde la falta de infraestructura y el crecimiento desmedido del asentamiento están causando preocupación, el barrio Pampa Soler se enfrenta a serias dificultades que afectan la calidad de vida de sus habitantes. Carlos Daniel López, presidente barrial, comparte a nuestro medio Despertar Entrerriano su visión sobre la situación actual del lugar y las inquietudes que surgen con la llegada de la temporada de lluvias.
Desde su perspectiva, el camino de Pampa Soler continúa en un estado lamentable, especialmente en las calles que van de Pública 2 a Pública 4, donde las condiciones empeoran notablemente con la lluvia. “Es un asco, más cuando llueve”, afirma López, evidenciando la intransitabilidad del camino que ha sido un problema recurrente para los vecinos.
Uno de los problemas más críticos que enfrenta la comunidad es la escasez de agua potable. “La mayoría tiene bomba y le quitan la presión al agua, lo que deja a la gente sin acceso al recurso vital”, explica López. Esta situación se complica aún más con el incremento de la población en la zona, son alrrededor de 900 familias, que se ha cuadruplicado en los últimos años, aumentando la demanda de servicios básicos que ya son insuficientes.
López menciona que, a pesar de las dificultades, “hasta ahora no hay nada, nadie se acerca a solucionar nada”, en términos de proyectos que aborden estos problemas. La falta de control en el asentamiento es evidente, ya que el crecimiento ha sido desmedido y no se han implementado medidas para regular la expansión de la población. “En el barrio hay gente que tiene piscinas y la gente se queda sin agua porque usan las bombas”, señala, subrayando el impacto de la falta de regulación en la calidad de vida de los residentes.
Con la llegada del verano y el inicio de la temporada de lluvias, la preocupación se intensifica. La última creciente afectó considerablemente al barrio, alcanzando hasta Pública 4. López advierte que, debido al aumento de la población, el riesgo de inundaciones podría ser aún mayor en esta ocasión. “Ahora hay mucha más gente, lo que complica aún más la situación”, expresa.
La comunidad de Pampa Soler se encuentra en una encrucijada, donde la falta de infraestructura adecuada y el crecimiento descontrolado del asentamiento generan un escenario alarmante. Los vecinos esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto y se implementen soluciones que aseguren el acceso al agua potable y mejoren las condiciones de sus caminos antes de que llegue la próxima temporada de lluvias.
Fuente: Despertar Entrerriano
